¿Sabías que hay un tipo de cristal que no se puede cortar?

Cuando pensamos en el cristal, solemos imaginar un material frágil, fácil de cortar o de manipular con las herramientas adecuadas. Sin embargo, existe un tipo de cristal con características muy especiales: el cristal templado.

El cristal templado se somete a un proceso térmico en el que se calienta a altas temperaturas y luego se enfría rápidamente. Este tratamiento modifica su estructura interna, aumentando considerablemente su resistencia mecánica y su seguridad frente a roturas.

Pero esa misma transformación es la razón por la que, una vez templado, ya no se puede cortar, pulir ni modificar. Si se intentara, el cristal se fracturaría en pequeños trozos. Por eso, todas las medidas, perforaciones o acabados deben realizarse antes del proceso de templado.

Este tipo de cristal se utiliza en infinidad de aplicaciones: mesas, mamparas de baño, puertas, barandillas y protecciones de seguridad, entre muchas otras. Además de su resistencia, tiene la ventaja de que, en caso de romperse, lo hace en fragmentos pequeños y menos cortantes que el vidrio común, lo que lo convierte en un material mucho más seguro.